Información sobre el Modafinilo
¿Para qué se utiliza el Modafinilo?
Modafinilo se utiliza para tratar la narcolepsia, una condición que provoca somnolencia excesiva durante el día y una tendencia a quedarse dormido repentinamente en situaciones inapropiadas (ataques de sueño). Puede ayudar a reducir la probabilidad de estos ataques de sueño. El Modafinilo también se ha utilizado para tratar el trastorno del sueño por trabajo nocturno y la apnea del sueño.
Aunque el modo exacto de acción no se conoce, se cree que Modafinilo actúa inhibiendo la absorción de un neurotransmisor llamado dopamina, pero otros mecanismos también podrían jugar un papel.
¿Cómo tomar el Modafinilo?
Modafinilo generalmente se toma una vez al día por la mañana, pero puede dividirse en dos dosis diarias si su médico lo considera apropiado. Se puede tomar con o sin comida. Los comprimidos deben ser tragados enteros con agua.
Advertencias
Como todos los medicamentos, Modafinilo puede causar efectos secundarios, aunque no todas las personas los experimentan. Deje de tomar este medicamento y consulte a su médico de inmediato si presenta alguno de los siguientes efectos secundarios:
- Signos súbitos de una reacción alérgica como erupción cutánea, picazón o urticaria, dificultad para respirar o sibilancias, o hinchazón en la cara, la boca o la garganta, o trastornos de los ganglios linfáticos (los signos pueden incluir bultos dolorosos, cálidos y rojos debajo de la piel, fiebre o cansancio inusual).
- Erupción cutánea o picazón (especialmente si afecta a todo el cuerpo). Las erupciones severas pueden causar ampollas o despegamiento de la piel, úlceras en la boca, los ojos, la nariz o los genitales. También puede tener fiebre y resultados anormales en pruebas de sangre.
- Diabetes con aumento del azúcar en sangre (los síntomas pueden incluir micción frecuente, sed excesiva, pérdida de peso inexplicable, hambre extrema, cambio repentino en la visión, fatiga).
- Cambios en su salud mental y bienestar como cambios de humor o pensamiento anormal, agresividad o hostilidad, olvido o confusión, sentimiento de felicidad extrema, sobreexcitación o hiperactividad, ansiedad o nerviosismo, depresión, pensamientos o comportamientos suicidas, agitación o psicosis (pérdida de contacto con la realidad que puede incluir delirios o alucinaciones), sentimiento de desapego o entumecimiento, o trastorno de la personalidad.
Efectos secundarios
Muy común (puede afectar a más de 1 de cada 10 personas):
Común (puede afectar hasta 1 de cada 10 personas):
- Vértigo, irritabilidad
- Somnolencia, fatiga extrema o dificultad para dormir (insomnio)
- Conciencia de su ritmo cardíaco, que puede ser más rápido de lo normal
- Dolor en el pecho
- Enrojecimiento
- Boca seca
- Pérdida de apetito, náuseas, dolor abdominal, indigestión, diarrea o estreñimiento
- Debilidad, entumecimiento o hormigueo en las manos o pies ('alfileres y agujas')
- Visión borrosa
- Resultados anormales en pruebas de sangre que muestran enzimas hepáticas elevadas
Raro (puede afectar hasta 1 de cada 100 personas):
- Dolor de espalda, dolor de cuello, dolor muscular, debilidad muscular, calambres en las piernas, dolor en las articulaciones, temblores o tics
- Reducción de la sensibilidad
- Vértigo (sensación de giro)
- Dificultad para mover los músculos suavemente u otros problemas de movimiento, temblores musculares, problemas de coordinación
- Síntomas de fiebre del heno como picazón o secreción nasal o ojos llorosos
- Tos aumentada, asma o dificultad para respirar
- Erupción cutánea, acné o piel que pica
- Transpiración
- Cambios en la presión arterial (alta o baja), trazado cardíaco anormal (ECG) y latido del corazón irregular o inusualmente lento
- Dificultad para tragar, lengua inflamada o úlceras bucales
- Hinchazón abdominal, reflujo (regreso de líquido del estómago), apetito aumentado, cambios de peso, sed o alteración del gusto
- Vómitos
- Migrañas
- Problemas del habla
- Nivel elevado de colesterol
- Manos y pies hinchados
- Interrupción del sueño o sueños anormales
- Pérdida de deseo sexual
- Secreción nasal, dolor de garganta o pasajes nasales inflamados (sinusitis)
- Visión anormal o ojos secos
- Orina anormal o aumento en la frecuencia urinaria
- Menstruaciones anormales
- Resultados anormales en pruebas de sangre que muestran cambios en el número de glóbulos blancos